Los yoguis creen que cuando la respiración se calma, se relaja el sistema nervioso, como lo hace la mente. La resonancia magnética ayuda a demostrar esto.

Equilibra el sistema nervioso. El Yoga al facilitar la relajación, alenta la respiración y fomenta un enfoque en el momento presente, y puede cambiar el balance del sistema nervioso simpático (SNS) al sistema nervioso parasimpático (SNP). El SNS es diseñado para hacer frente a situaciones de emergencia, y que comúnmente se conoce como la "lucha o huida" y que está crónicamente activada en mucha gente. Por el contrario el SNP es por naturaleza más relajante y reparador, alentando la respiración y bajando el ritmo cardíaco, la presión arterial e incrementando el flujo sanguíneo a los órganos internos, a los intestinos, así  como a los órganos reproductivos.

Mejora la propiocepción. La propiocepción es la capacidad de sentir donde están las partes del cuerpo en el espacio, aún teniendo los ojos cerrados. La mayoría de las personas con malas posturas o patrones disfuncionales del movimiento no son conscientes de ellos y tienen una pobre propiocepción que está relacionada con problemas de rodilla y dolor de espalda. La práctica regular de asana se mejora la propiocepción, con esa conciencia tenemos la posibilidad de hacer las cosas diferentes.

Mejora el equilibrio. La fuerza y el equilibrio puede ayudar a evitar que una persona mayor se caiga. Las caídas son una causa líder de fracturas de cadera, lo que lleva a una pérdida de independencia y la admisión a un asilo de ancianos.

Aumentar el control de las funciones corporales. Algunos practicantes de yoga avanzados pueden controlar sus cuerpos en formas extraordinarias, muchas de las cuales están controladas por el sistema nervioso. Los científicos que han monitoreado a yoguis a solicitud, han observado que pueden inducir ritmos cardíacos inusuales, generar patrones de ondas cerebrales específicas, y utilizando la meditación, elevar la temperatura de sus manos en 15 grados F. Si ellos pueden hacer esto con el yoga, tal vez usted podría aprender a mejorar algunas de sus funciones.

Cambios en los niveles de neurotransmisores. Un estudio de la Universidad Hindú de Benarés en la India encontró que una práctica de yoga de 3 y 6 meses puede mejorar los problemas de depresión ya que aumenta significativamente los niveles de serotonina y disminuye los niveles de monoamine oxidase y el cortisol. Todos estos cambios tienen una  mejoraría en el estado de ánimo. Resultados similares se han documentado con la Meditación Trascendental, un tipo de meditación con mantra.

Cambios en la actividad cerebral. Con el uso de la Resonancia Magnética (miden el flujo sangre al cerebro) el Dr. Richard Davidson de la Universidad de Wisconsin descubrió que la corteza prefrontal izquierda mostró una actividad mayor en las personas que meditan, que está correlacionado con un mayor nivel de felicidad y una mejor función inmune. Y una activación más dramática del lado izquierdo fue encontrada en los que llevan más tiempo.

Aumenta la conciencia de la tensión muscular. ¿Te has dado cuenta, sin ninguna razón aparente, que sostienes un lápiz, un teléfono o un volante con un apretón a muerte? Todos estos hábitos inconscientes nos pueden llevar a una tensión crónica en la muñeca, brazos, hombros cuello y la cara. Esto lleva a la fatiga muscular y el doler lo cual puede empeorar los niveles de  estrés y el estado de ánimo. El objetivo es utilizar sólo la cantidad mínima de tensión muscular necesaria para realizar cualquier trabajo en particular.

Como la práctica de yoga, comienzas a notar donde mantienes la tensión y así ser capaz de liberar cierta tensión. Puede llevar años de práctica del yoga para aprender a relajar ciertos músculos como el cuadríceps, el trapecio y los glúteos.

Ofrece un respiro a la Sobrecarga Sensorial. Muchas personas en el mundo moderno son constantemente estimulados por imágenes y sonidos, que puede ser irritante para el sistema nervioso. Yoga se hace a menudo en un entorno tranquilo y con luz suave. Prácticas como la asana restaurativa, Yoga Nidra (una forma de relajación guiada), Savasana (postura del cadáver), así como el pranayama y la meditación fomentan “pratyahara”, que es un repliegue de los sentidos y que proporciona un tipo de tiempo de inactividad para el sistema nervioso. Yoguis insisten que la calma que se puedes encontrar en tu práctica ésta se puede extender al resto de tu vida.